La División Mayor del Fútbol Colombiano, a través de un comunicado de prensa, rechazó las declaraciones del alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, y del Secretario de Gobierno, Juan Pablo Ramírez, quienes responsabilizaron al Atlético Nacional por los hechos vandálicos que ocurrieron el domingo en el estadio Atanasio Girardot y que motivó que no se jugara al partido contra América de Cali.

“Es inaceptable que se responsabilice a los clubes del fútbol profesional y a sus dirigentes por el actuar de vándalos que, por portar una camiseta, no representan los valores de una institución, ni poseen vinculación alguna con la misma. Menos aún resulta admisible que por la fuerza, el hostigamiento, las amenazas y buscando una afectación económica al club, se pretenda incidir en las decisiones de naturaleza administrativa que atañen a quienes han sido designados legítimamente para tal efecto”, expresa el comunicado de la Dimayor

Los disturbios se presentaron luego de que la barra denominada ‘Los del Sur’ rompieran relaciones con los dirigentes de Nacional, por la decisión de estos de suspender los beneficios económicos a ese grupo, entre ellos la entrega de 500 entradas a los partidos.

“Admitir, que los clubes de fútbol profesional deben ceder ante las manifestaciones de los violentos y permitir que incidan ilegítimamente para beneficio particular en las decisiones administrativas de un club profesional, sobre la base del temor, sería desconocer los fundamentos de nuestra Constitución Política y coadyuvar incluso en la realización de conductas que se catalogan con incidencia penal”, agregó la Dimayor.

Recalcó que “Atlético Nacional advirtió, frente a las manifestaciones violentas, su preocupación frente a la ausencia de medidas preventivas contundentes que evitaran que los hechos presenciados el día de ayer tuvieran lugar”.

La entidad que rige el fútbol profesional en Colombia recordó que “las obligaciones relativas a seguridad y orden público se encuentran en cabeza de las autoridades administrativas y de policía del nivel nacional y local y, por tanto, no se pueden trasladar a los clubes de fútbol profesional, ni a los particulares contratados por estos para prestar servicios de logística”.

La Dimayor destacó el compromiso de Nacional y América, equipos que alcanzaron un acuerdo encaminado a la reprogramación del partido, cuya fecha y hora será definida oportunamente por este organismo. “Con ello evitaremos que las pretensiones de los violentos se materialicen, pues la violencia jamás será admitida por nuestra institución como un mecanismo válido para ejercer presiones indebidas frente a nuestros afiliados”.

Ante el caos que se vivió en el estadio y sus alrededores, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, dijo su cuenta de Twitter: "No vamos a tolerar la violencia" y lamentó que la ciudad deba "poner hasta 800 policías por cada partido".

Quintero hizo también una advertencia que puso en duda el partido de la Libertadores ante el Melgar de Perú. "No prestaremos el estadio a Nacional hasta que no se acuerden condiciones mínimas de seguridad entre barra y directivas, y la vigilancia sea pagada por el equipo. Prefiero a los policías cuidando a la gente en las calles".

Con información de EFE